Compostaje de los lodos
Las plataformas de compostaje permiten producir lodos con una calidad homogénea, estabilizados y, la mayor parte de las veces, también higienizados. Se homologan según los criterios de las “Materias fertilizantes y sustratos para el cultivo” exigidos por el Ministerio de Agricultura. No se suele utilizar apenas para lodos de depuración brutos ya que es difícil garantizar la homogeneidad del producto final.
¿POR QUÉ OBTENER COMPOST DE LOS LODOS?
- Mejora la capacidad del suelo para retener elementos minerales,
- Mejora la capacidad de retención de agua (cantidad de agua disponible para las plantas),
- Mejorar la porosidad del suelo para favorecer el desarrollo de las raíces,
- Optimizar la fertilización
Funcionamiento de una plataforma de compostaje
En el momento en el que la materia orgánica llega a la planta (residuos vegetales, lodos de las plantas depuradoras…), el personal se encarga de identificarla y de asignarle un número de recepción. Posteriormente se realiza un control cualitativo (procedencia, cantidad, ausencia de productos rechazados en la plataforma…) y se clasifican los materiales no aprovechables que pudiesen aparecer. El material restante se tritura y se mezcla, se unen diversas cargas para que las proporciones sean aceptables, y se va depositando en hileras.
Las hileras se colocan en almacenes ventilados equipados con conductos de recuperación de líquidos. Se coloca una sonda en cada hilera para controlar la temperatura de manera constante y verificar que la higienización se ha llevado a cabo.
Un autómata de gestión programable recibe toda la información sobre el estado del material y ajusta el caudal de aire en función de la evolución de las fases del ciclo de fermentación. El aporte de oxígeno en cantidades concretas en el momento adecuado mantiene el sustrato a temperaturas mínimas de 70°C durante varios días. Esta fase del compostaje, que dura varias semanas, y otra fase de cuatro semanas durante las que se voltean las hileras, garantiza una perfecta homogeneización de los productos.
Por último, tiene lugar la fase de cribado, que se realiza con una criba de tambor rotatorio intercambiable alimentada por cargador. Se utilizan cuatro mallas de criba de 10, 20, 40 y 50 mm. El sistema garantiza la separación de los últimos elementos no aprovechables y de los fragmentos de madera más grandes (los residuos de la criba). Estos últimos se trituran y se mezclan con los residuos vegetales que se aprovechan para hacer compost.
El compost se almacena en la misma planta durante la fase de maduración (fase de estabilización del producto), que se caracteriza porque se mantiene una temperatura constante y se reduce el consumo de oxígeno y la emisión de dióxido de carbono.
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